Sepultaron en Paraguay los restos del fiscal asesinado en Colombia
Los restos del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, asesinado la semana pasada en Colombia, fueron sepultados este en Asunción ante una gran cantidad de familiares y amigos, informó la prensa local.El féretro, que fue velado desde que este sábado llegara procedente de Colombia, fue depositado en el cementerio de La Recoleta envuelto en una bandera paraguaya, otra del club de fútbol Guaraní y otra de la asociación de exalumnos del colegio católico San José.
Antes, el cortejo pasó por la sede de Guaraní, del que Pecci era simpatizante y fue dirigente, y por un cuartel de bomberos con el que el fiscal colaboraba y cuyos efectivos hicieron sonar las sirenas de las autobombas como homenaje.
También se detuvo junto a la capilla del colegio San José, donde Pecci cursó los estudios primarios y secundarios; allí se celebró una misa de cuerpo presente, según los diarios ABC Color, Última Hora y La Nación.
“Me dicen que mi hijo es un héroe, un patriota, un mártir”, al que mataron “por cumplir con su trabajo”, afirmó el juez jubilado Francisco Pecci, de 84 años, al despedir a su hijo en el cementerio.
Agregó que “el pueblo en general, la gente, entiende que a él lo mataron, desgraciadamente, porque molestaba por su honestidad a mucha gente”.
Remarcó que su hijo fue asesinado por “la mala gente, la gente corrupta”, a la que también calificó como “la mafia”.
El fiscal Pecci, de 45 años, fue asesinado el martes pasado en Barú, una isla cercana a Cartagena, en el Caribe colombiano, donde pasaba la luna de miel con su esposa, la periodista Claudia Aguilera.
Dos sicarios que aparecieron súbitamente a bordo de una moto de agua lo balearon.
El comisario Nimio Cardozo, quien volvió de Colombia donde participó de las pesquisas, informó que Pecci recibió tres disparos que determinaron su deceso en forma casi instantánea.
“Estaba juntando sus pertenencias con su esposa cuando fue emboscado” por los sicarios, detalló.
Pecci era un fiscal especializado contra el crimen organizado, narcotráfico, lavado de dinero y financiamiento del terrorismo, y trabajaba en la colección de evidencias contra procesados de nacionalidad colombiana, libanesa y brasileña, entre otros casos.
En el caso de uno de ellos, el brasileño de origen libanés Kassem Mohamad Hijazi, un juez decretó en abril su extradición a Estados Unidos.
Otros dos libaneses con nacionalidad brasileña, Mahmoud Alí Barakat y Nader Mohamad Farhat, ya habían sido extraditados a Estados Unidos en 2018 y 2019 luego de procesos judiciales por lavado de activos -presuntamente para el movimiento islámico libanés Hezbollah- en los que participó el fiscal.
Las autoridades ofrecen una recompensa equivalente a unos 488.000 dólares por información que permita la captura de los asesinos, según la agencia de noticias AFP.