Rusia redobla sus ataques en Ucrania
El ejército ruso bombardeó este martes el centro de Jarkov, segunda ciudad más poblada de Ucrania, dejó sin luz la estratégica localidad portuaria de Mariupol y mantiene el asedio de Kiev, en el sexto día de invasión que el Kremlin anunció que continuará “hasta lograr los objetivos”, pese al inicio del diálogo y la presión de las sanciones.
Al menos ocho personas murieron, seis resultaron heridas y 35 fueron socorridas por un ataque aéreo en una zona residencial de Jarkov informó en Facebook el servicio de situaciones de emergencia ucraniano, que publicó fotos de sus miembros interviniendo en el edificio dañado.
Desde temprano, proyectiles impactaron los edificios gubernamentales ubicados en la plaza principal de esta ciudad, denunció el gobernador regional, Oleg Sinegubov, que calificó el ataque como “criminal”.
El dirigente acompañó la acusación con un video, que ya circula por las redes sociales, en el que se ve un misil que cae contra el edificio administrativo, lo que provoca una gigantesca explosión en momentos en que circulaban varios autos por la zona.
Jarkov es una ciudad de 1,4 millones de habitantes, con una gran población rusoparlante, que está muy cerca de la frontera con Rusia.
Jarkov es una ciudad de 1,4 millones de habitantes, con una gran población rusoparlante, que está muy cerca de la frontera con Rusia.
En tanto, tropas rusas y las fuerzas separatistas prorrusas lograron unirse en la estratégica zona litoral del mar de Azov, informó el portavoz del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
Fuerzas del territorio separatista de Donetsk “se han unido a las unidades militares de las fuerzas armadas de la Federación Rusa, que tomaron el control de las zonas ucranianas a lo largo del Mar de Azov”, declaró en un comunicado, que agrega que “el ejército ruso llevó a cabo ataques con armas de alta precisión de largo alcance desde el mar”, sin dar más detalles.
El comandante de las fuerzas separatistas del territorio prorruso de Donestk, Eduard Basurin, indicó que Mariúpol, ciudad portuaria estratégica en el mar de Azov, “quedará cercada por completo”.
Volnovaja, por su parte, una localidad de 20.000 habitantes ubicada a una hora de ruta al norte de Mariúpol, fue “destruida”, según Pavlo Kirilenko, gobernador ucraniano de la región de Donetsk.
Mariúpol y Volnavaja están entre el territorio que controlan los rebeldes separatistas prorrusos del este y la península de Crimea, que fue anexada por Moscú en 2014.
Kiev, hacia donde avanza por tierra una columna de más de 60 kilómetros de blindados y artillería también sigue bajo asedio.
Rusia adelantó que atacará las infraestructuras de los servicios de seguridad ucranianos en esa capital, e instó a evacuar a los civiles que viven cerca.
“Instamos a los habitantes de Kiev que viven cerca de los centros de retransmisiones a abandonar su domicilio”, agregó en declaraciones que reproduce la agencia de noticias AFP.
“Para detener los ataques informáticos contra Rusia, se llevarán a cabo ataques con armas de alta precisión contra infraestructuras tecnológicas del SBU (servicio de seguridad) y del centro principal de la unidad de operaciones psicológica de Kiev”, indicó el vocero del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov.
Las imágenes de satélite de la empresa estadounidense Maxar captaron durante la noche una columna de 64 kilómetros de vehículos y artillería que se desplazaba en dirección de Kiev.
La avanzada de este convoy estaba ya cerca del aeropuerto de Antonov, a unos 25 kilómetros de la capital.
Las milicias ucranianas erigieron en la capital improvisadas barricadas y programaron los carteles electrónicos de las carreteras para advertir a los rusos que serán “recibidos con balas”. Sin embargo, una parte de los milicianos huyó junto con el multitudinario éxodo de civiles, informó la agencia de noticias AFP.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski dijo este martes que la defensa de Kiev es la “prioridad” y calificó de “crimen de guerra” a los bombardeos en Jarkov.
En el frente sur, el ejército ruso avanzó hasta las puertas de Jerson y comenzó a instalar puestos de control en la entrada, denunció Igor Kolikhayev, alcalde de la ciudad, que intentó dar ánimo a la población y la llamó a la “calma” y a no “provocar” al enemigo.
Rusia continuará su invasión en Ucrania “hasta lograr los objetivos”, anunció el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, tras el primer diálogo este lunes entre representantes de los dos países.
“Lo esencial para nosotros es proteger a la Federación de Rusia de la amenaza bélica que van creando los países de Occidente, empeñados en usar al pueblo ucraniano en la lucha contra nuestro país”, dijo.
El funcionario reafirmó que el ejército ruso “no ocupa los territorios en Ucrania” y “toma todas las medidas para salvar vidas y garantizar la seguridad de los civiles”, consignó la agencia de noticias Sputnik.
“Quiero subrayar que los ataques van dirigidos únicamente contra instalaciones militares y se llevan a cabo exclusivamente con armas de alta precisión”, agregó, pese a que la Oficina de Derechos Humanos de la ONU tiene registrados al menos 102 muertos y 304 heridos civiles desde que empezó la guerra, una cifra mucho menor que la difundida por las autoridades ucranianas (352 muertos).
El ministro negó que las fuerzas rusas apunten contra infraestructuras civiles o residenciales, y aseguró que las fuerzas ucranianas las utilizan como escudo para protegerse de los ataques de Moscú.
“Lanzacohetes múltiples y morteros de gran calibre están instalados en los patios de los inmuebles cerca de escuelas y jardines en infantes”, dijo.
El presidente ruso Vladimir Putin formuló las mismas acusaciones, alimentando el temor a una multiplicación de los ataques en zonas urbanas.
Representaciones de los gobiernos de Ucrania y Rusia mantuvieron el lunes una primera reunión, en la que al parecer se abordaron al menos “algunos puntos” que podrían derivar en futuros acuerdos en torno a la crisis en la exrepública soviética y que se seguirán debatiendo en una “segunda ronda”, por ahora sin fecha.
El Kremlin dijo este martes que todavía es prematuro “evaluar” el resultado de las conversaciones mantenidas en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania
La situación “parece camino a convertirse en la crisis de refugiados más grande de Europa en este siglo”, afirmó la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) que cifró en 677.000 las personas que huyeron del país y en un millón los desplazados internos.
Las potencias occidentales mantienen la presión a Moscú a través de sanciones que, según dijo el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, provocarán “el colapso de la economía rusa”.
El fin de semana, líderes de la Unión Europea (UE), Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Canadá y EEUU acordaron excluir a varias entidades bancarias rusas del sistema internacional de pagos Swift, clave en las transacciones internacionales, e imponer “medidas restrictivas” al Banco Central ruso.