Netanyahu cederá competencias a un partido homófobo para formar gobierno
El exprimer ministro Benjamin Netanyahu, vencedor en las elecciones del 1 de este mes, avanza en los diálogos con otros líderes políticos para formar el gobierno de Israel, y su partido Likud firmó este domingo un acuerdo con el ultraderechista Noam, conocido por su rechazo a la homosexualidad, para que en su próxima administración tenga competencias sobre el otorgamiento de las ciudadanías y nacionalización.
El entendimiento firmado entre Likud y Noam es el segundo de los cinco esperados para que Netanyahu se convierta en el primer ministro del gobierno más derechista de la historia de Israel.
Ahora, Noam establecerá una autoridad propia dentro de la Oficina del Primer Ministro para “centrarse en la identidad judía nacional”, que estará dirigida por el único diputado del partido, Avi Maoz, defensor de la restauración de las llamadas “terapias de conversión” contra la población homosexual y quien será nombrado viceministro.
Maoz también tomará el control de organismos adicionales, incluido el organismo oficial llamado Nativ, que gestiona la inmigración a Israel desde la antigua Unión Soviética.
El diario Times of Israel recordó que varios partidos religiosos pidieron el endurecimiento de las condiciones de la llamada Ley de Retorno que rige los derechos de inmigración de los judíos, en particular la eliminación de la llamada “cláusula del abuelo” que permite a los nietos gentiles de judíos la obtención de la ciudadanía.
En el primer acuerdo, alcanzado el viernes, el líder colono ultraderechista Itamar Ben Gvir ocupará el puesto de ministro de Seguridad Nacional en el nuevo gobierno de Israel, en pleno repunte de las tensiones y la violencia entre israelíes y palestinos.
Su partido Poder Judío, formación ultranacionalista, recibirá también otros dos ministerios recién creados: el del Desarrollo del Negev -la zona desértica del sur de Israel- y Galilea -región histórica del norte de Israel que incluye a Cisjordania- y el de Patrimonio Judío.
Netanyahu y sus aliados religiosos y de extrema derecha lograron la mayoría absoluta en las elecciones legislativas en las que obtuvieron 64 escaños de los 120 del Knesset (Parlamento), por lo que el premier designado tiene el camino abierto para volver por sexta vez al cargo casi dos años después de su derrota electoral y con causas de corrupción abiertas.