Negocian con China el financiamiento del 100% para la construcción de Atucha III
El Gobierno argentino a través de la empresa Nucleoeléctrica Argentina (NASA) negocia con la República China el financiamiento del 100% de la construcción de la cuarta central nuclear en la ciudad bonaerense de Lima, lo que demandará una inversión de US$ 8.300 millones, y cuyo contrato final se espera firmar antes de fines de año para comenzar las obras a comienzos de 2023.
El 1 de febrero, Nucleoeléctrica Argentina y la Corporación Nuclear Nacional China (CNNC) firmaron el contrato marco para la construcción de Atucha III, un reactor de tecnología Hualong, que ofrecerá al sistema 1200 MW y una vida útil inicial de 60 año, que se instalará en el Complejo Nuclear, en un terreno lindero al que utilizan las centrales Atucha I y Atucha II.
A partir de ese contrato inicial, Nucleoeléctrica y la CNNC avanzan en una decena de puntos de negociación, entre los que se destacan el cierre del acuerdo de financiamiento en el que hasta el momento China ofrece financiar el 85% de la obra de US$8300 millones, mientras que la Argentina aportaría el resto, es decir unos US$1200 millones.
Jorge Sidelnik, vicepresidente de Nasa -la operadora de las tres centrales nucleares y que tiene a su cargo la construcción de las próximas dos-, explicó que debido a la magnitud de la obra y el actual contexto macroeconómico la premisa de la empresa es buscar que la contraparte china financie el 100% del gasto, para lo cual aseguró hay “una buena recepción a la propuesta”.
De no lograr avanzar en ese sentido, la Argentina explora alternativas de financiamiento externo que permitan avanzar con esta obra que podría comenzar a inicios del año próximo, y que le permitiría al país incorporar un tipo de tecnología de uranio enriquecido y agua liviana que no se domina en la actualidad, ya que las centrales en funcionamiento son a base de uranio natural y agua pesada.
El proyecto
La obra permitirá incrementar en más de un 60% la generación eléctrica de origen nuclear, que actualmente representa poco más del 7% del total disponible en el sistema.
El contrato EPC o llave en mano prevé la provisión de la ingeniería, construcción, adquisición, puesta en marcha y entrega de una central del tipo HPR-1000, que utilizará uranio enriquecido como combustible y agua liviana como refrigerante y moderador.
Las obras requerirán la creación de más de 7.000 empleos durante el pico de obra, 700 empleos fijos para su operación y una integración aproximada del 40% con los proveedores nacionales.
“La decisión de construir un reactor Hualong como Atucha III está respaldada por más de una década de trabajo del proyecto Carem y se enmarca dentro de la tradición nuclear argentina, en línea con la tendencia mundial de apostar a la energía nuclear como fuente de energía limpia y segura para combatir el cambio climático”, expresó el directivo.
La obra le permitirá al país integrar “el grupo de naciones que lleva adelante la construcción de 52 reactores alrededor del mundo”, y este modelo de central tipo Hualong será una de las 12 que el contratista chino tiene en funcionamiento y construcción en el mundo.
A partir del inicio de trabajos en 2023, la obra tendrá un plazo de ejecución de 99 meses y desde su puesta en marcha comenzará el repago del préstamo en base a la venta de la energía que genere durante los 12 años siguientes.
Se estima que este tipo de reactor tiene una proyección de utilidad de 60 años con la posibilidad de realizar obras de extensión de vida por otros 20, en principio.
El predio para la nueva central ya está disponible lindero al complejo nuclear, a pocos metros del río Paraná, pero para fin de año Nucleoeléctrica deberá completar tareas previas de adecuación del terreno
Pero para el inicio de obra, deben cumplirse los pasos en el marco del tratado país-país para llegar a la adjudicación directa del proyecto -porque no se trata de un concurso publico-, y que fue aprobado por leyes de ambos países.
También se debe cerrar el contrato financiero ahora de conocido el precio, y otro tema es que haya habido acuerdo sobre el tema de la transferencia de tecnología con una firma de contrato específica. Además se deberá tener listo el estudio ambiental, someterlo a audiencia pública de acuerdo a la regulación de la provincia de Buenos Aires, contar con la presentación regulatoria y las condiciones técnicas como estudios de suelos.