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Economía

Las inversiones de EEUU dentro del RIGI tendrán sello y firma dentro del gabinete de Javier Milei

La designación de Pablo Quirno como ministro de Relaciones Exteriores tiene un propósito clave para la relación que se abre, desde el resultado electoral del domingo, entre el Gobierno de Javier Milei, y el de Donald Trump, en la que se destaca la activación del posicionamiento norteamericano en las inversiones mineras.

Un par de días antes de la crucial elección nacional de medio término, el Presidente sorprendió con el relevo del canciller, Gerardo Werthein, y el nombramiento en su lugar de un funcionario de confianza de Dante Caputo, su secretario de Finanzas, quien desde que se aprobó el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI) se especializó en tratar con empresarios mineros del Norte interesados en entrar.

De fuertes vínculos con la comunidad financiera internacional, tanto por su experiencia en el sector privado como las negociaciones llevadas adelante con los organismos multilaterales de crédito, Quirno cultivó estrechos vínculos con el área económica de la Casa Blanca.

Tuvo un rol protagónico en la negociación con el Tesoro norteamericano, y la Administración Trump celebró su nombramiento, ya que el apoyo financiero es parte de un interés geopolítico donde los minerales estratégicos ocupan un lugar preponderante.

Del acercamiento al sector minero da cuenta su participación en una cumbre de la London Metal Exchange y la PDAC (Prospectors & Developers Association of Canada), en Toronto, donde tomó contacto con el CEO del Business Council of Canada (la organización empresarial más influyente de ese país con un peso del 50% del PBI del sector privado), con el Canadian Council for the Americas (CCA), representantes de la Bolsa de Valores y con varios fondos de pensión multimillonarios.

El interés de Estados Unidos en Vaca Muerta, litio y uranio refleja una combinación de estrategia geopolítica y planificación económica.

Para Argentina, esta atención puede traducirse en nuevas inversiones, transferencia tecnológica y consolidación de sectores clave, siempre que se logre mantener un marco de certidumbre jurídica y política.

Los principales proyectos mineros financiados por Estados Unidos actualmente en Argentina se extienden desde el norte hasta el sur, en las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca y Santa Cruz.

El litio, oro, plata, plomo y zinc son los principales minerales a extraer. 

Acceso directo

El foco estratégico en torno de Quirno se tradujo en que los CEOs mineros querían tener acceso directo a él a fin de agilizar la aprobación de sus proyectos RIGI o para tener una devolución antes de presentarlos.

Su participación dio frutos recién a fines de mayo, cuando en la víspera de la Arminera, el mayor evento del país organizado por la CAEM (Cámara Argentina de Empresarios Mineros), se anunció la aprobación del proyecto de litio Rincón de la minera Río Tinto y, en los sucesivos meses, llegó el turno de Galán Lithium y Los Azules.

Entre los tres, acaparan cerca de 6.000 millones de dólares y hay más de 17.000 millones que aguardan su aprobación entre Pachón, Agua Rica, la fase 1B de Fénix, Gualcamayo, Sal de Oro y Sal de Vida.

Participación de EEUU en minería argentina

Los proyectos mineros con participación estadounidense son: el Puna Operation (Plata, plomo y zinc), perteneciente a la compañía SSR Mining, en la provincia de Jujuy; en Salta, Salar de Arizaro (Litio), 40% de Pluspetrol Resources, de Países bajos, 26% de la subsidiaria estadounidense Argentum Investments LLC, y 4% restante de la española Prado Largo SA.; El Quevar (Plata), joint venture con 26% de participación de la canadiense Barrick Gold, y la estadounidense Golden Minerals Company, con el 30% restante; el Fénix (Litio) en el Salar del Hombre Muerto, en el noroeste de la provincia de Catamarca, de la fusión entre la empresa estadounidense Livent con Allkem, que dio surgimiento a Arcadium Lithium, la actual propietaria y operadora del proyecto; Kachi (Litio), que pertenece en un 75% a la empresa australiana Lake Resources y en un 25% a la compañía estadounidense Lilac Solutions; Cerro Negro (Oro), en Santa Cruz, de la líder global Newmont Goldcorp.

Inversiones de EEUU en Argentina

Estados Unidos es el tercer socio comercial de Argentina, detrás de Brasil y China. 

En la última década, las exportaciones argentinas al País del Norte promediaron US$ 5.700 millones anuales, con un pico de US$ 6.464 millones en 2024.

Si bien el intercambio mantiene un déficit crónico para la Argentina, que entre 2014 y 2023 promedió US$ 3.666 millones anuales, esto podría revertirse. 

Desde el “Liberation Day” de abril pasado, los productos argentinos enfrentan una tasa arancelaria base del 10%, la más baja del esquema aplicado por la Administración Trump.

En materia de inversiones, el embajador de Estados Unidos en Argentina, Peter Lamelas, ratificó el interés de las compañías estadounidenses y occidentales en el país. 

Según sus declaraciones, estas inversiones serán de una magnitud “sin precedentes”.

En un mensaje publicado en la red social X, el embajador destacó que este movimiento de capital marcará un antes y un después para la economía argentina. 

“Las empresas estadounidenses y el mundo occidental están al borde de invertir una cantidad de capital sin precedentes en la soberana República Argentina, lo que hará que Argentina vuelva a ser grande”, aseguró el diplomático. 

Tecnología top

OpenAI —la empresa detrás de ChatGPT— dio el puntapié inicial al anunciar una alianza estratégica con Sur Energy, una firma de “energía limpia” creada por dos empresarios argentinos, para levantar un megacentro de datos de inteligencia artificial en la Patagonia.

El proyecto contempla la mayor inversión realizada hasta el momento: US$ 25.000 millones ingresarán al país con el objetivo de posicionar a Argentina como el principal hub de IA en América Latina. 

Sectores claves

Según datos de Analytica, el stock de Inversión Extranjera Directa (IED) norteamericana asciende a US$ 31.882 millones, unas 7,4 veces más que la de China, y representa el 17% del total registrado hasta marzo de este año, que alcanzó los US$ 187.029 millones.

Las inversiones estadounidenses se destacan en extracción de petróleo y gas, industria manufacturera, telecomunicaciones y comercio automotor. 

Sectores como el agro, la energía y la minería aparecen como áreas de fuerte potencial, impulsadas por el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) y el estrechamiento de vínculos políticos que fomentan la llegada de nuevas empresas.

Detrás de EEUU se ubican España  (US$ 27.379 millones; 15%), Países Bajos (US$ 24.054 millones; 13%) y Brasil  (US$ 13.023 millones; 7%). 

En cambio, China ocupa el 2% del total, con US$ 4.286 millones, concentrados principalmente en minería, petróleo y energía hidroeléctrica.

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