Impacto del reclamo universitario: más de la mitad de los argentinos se mostró a favor de la marcha
La Marcha Federal Universitaria sigue resonando en el Gobierno y la sociedad, logrando centralidad y visibilización del ámbito educativo, con un apoyo de más de la mitad de los argentinos, según un relevamiento nacional del Equipo Mide.
La encuesta, elaborada entre el 3 y el 10 de mayo, forma parte del relevamiento sobre las principales preocupaciones de los argentinos y de la evaluación del presidente Javier Milei y su gestión desde que asumió en diciembre pasado.
A casi un mes de su realización y con el reciente acuerdo del Ejecutivo con la Universidad de Buenos Aires (UBA), que no incluye a las otras 60 universidades nacionales, el estudio privado reveló que el 51% de los encuestados apoya la Marcha Federal Universitaria, mientras que sólo un 22% se opone a la misma.
Al ser consultados sobre el motivo principal que originó la movilización del pasado 23 de abril, el 35% consideró que fue expresarse en contra de las políticas de Javier Milei, el 28% opinó que fue la defensa de la universidad pública, el 32% piensa que fueron ambas razones y sólo el 6% cree que fueron otras.
El trabajo realizó una valoración de la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Universidad Nacional de Rosario (UNR), entre los entrevistados que residen en las zonas de influencia de dichas casas de altos estudios.
Entre los encuestados residentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, la UBA tiene una imagen positiva del 83% (52% muy buena y 31% buena) y una imagen negativa del 10% (4% muy mala y 6% mala). Esto implica que existe un diferencial de imagen positiva del +73%.
Entre los encuestados residentes en la provincia de Córdoba, la UNC tiene una imagen positiva del 81% (43% muy buena y 38% buena) y una imagen negativa del 7% (1% muy mala y 6% mala). Esto arroja un diferencial de imagen positiva del +74%.
Entre los encuestados residentes en la provincia de Santa Fe, la UNR tiene una imagen positiva del 76% (34% muy buena y 42% buena) y una imagen negativa del 7% (2% muy mala y 5% mala). Esto refleja un diferencial de imagen positiva del +69%.
En relación al sistema educativo argentino, el 43% de la población lo evalúa negativamente en la actualidad, mientras un 20% lo evalúa de manera positiva. En tanto que el 44% de la población evalúa negativamente la gestión educativa del gobierno, mientras un 31% la evalúa de manera positiva.
Al referirse al segmento educativo a dónde debe haber prioridad en la asignación presupuestaria por parte del Gobierno para mejorar la educación, el 35% señaló que debe ser la educación primaria, el 22% la enseñanza secundaria, el 19% la universitaria y el 23% opinó que debe ser otro el destino de los fondos para dicho fin.
Un aspecto relevante del análisis es que los actores de la educación gozan de confianza por gran parte de la población. Todos los sectores fueron respaldados por la opinión pública, aunque los docentes y el ámbito científico cuentan con mayor confianza que las autoridades universitarias.
En este sentido, los directivos de las casas de altos estudios cuentan con un 38% de confianza entre los encuestados mientras que tienen un mismo porcentaje de personas que no confían en ellos.
En el caso de los profesores universitarios, el 58% de los consultados confían y el 19% no lo hacen. Por el lado de los docentes secundarios, el 59% de los entrevistados depositan su confianza y el 23% no lo hacen. En tanto que los maestros de primaria gozan de un 66% de confianza y un 19% desconfían.
Los científicos, por su parte, tienen un 65% de confianza entre los encuestados y sólo un 13% no confían. Mientras que para el CONICET, hay un 47% de confianza y un 23% de desconfianza.