Estados Unidos define una nueva alza de su tasa de interés
El Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) dará inicio a una nueva reunión monetaria que se prolongará hasta el miércoles, y donde se espera una nueva alza de sus tasas de interés de referencia que el mercado pronostica que será de 75 puntos básicos, la tercera consecutiva en dicho rango.
Pese a que la inflación estadounidense comenzó a bajar desde el 9,1% registrado en junio –el cual fue récord en 40 años-, el índice continuó alto en los meses siguientes y, de hecho, el índice núcleo (que excluye alimentos y energía) volvió a acelerarse en agosto.
Frente a una inflación que no da respiro, el presidente de la FED Jerome Powell, abrió las puertas el mes pasado a otro incremento “inusualmente grande” de 75 puntos –el cual llevará la tasa a niveles inéditos desde la crisis financiera de 2008- para evitar un desanclaje de las expectativas inflacionarias, y ratificó que la entidad continuará con una política monetaria restrictiva “por algún tiempo”, con el objetivo de estabilizar los precios nuevamente a la meta tradicional de la entidad del 2% anual.
Desde entonces, diversos gobernadores de la FED se expresaron públicamente a favor de una suba de dicho rango e incluso el mercado ha especulado con una suba de 100 puntos, la cual se considera poco probable.
Michael Feroli, economista en jefe de Estados Unidos en JPMorgan, señaló a la agencia de noticias Bloomberg que una suba de 100 puntos –la cual sería la mayor suba individual desde los años ochenta- generaría “expectativas de una baja en las tasas para el año próximo”, lo cual sería contraproducente para la FED al reducir los rendimientos de los bonos a largo plazo.
Entre los motivos de quienes apoyan una suba de 100 puntos se encuentra el hecho de que el consumo –y por tanto, la presión sobre la demanda- continua manteniéndose sólido.
“Pueden haber motivos para una suba (de 100 puntos) pero (los funcionarios) tienen que ser cuidadosos de no sobrereaccionar frente a cada pieza de información”, comentó el ex funcionario de la FED, Donald Kohn.
En lo que va del año, la entidad dispuso una suba en las tasas de interés de referencia de 25 puntos porcentuales en marzo, 50 en mayo, 75 en junio y otros 75 en julio, llevándola de niveles cercanos a cero a un rango de entre 2,25% y 2,50%.
Se espera que la FED continúe subiendo las tasas en los próximos meses para cerrar el año en un 4% y las mantenga en un nivel ligeramente más alto durante 2023.
Los funcionarios, pese a las apuestas de los últimos meses en la bolsa, han ratificado que durante el año próximo no harán recortes en la tasa ya que realizarlo tan pronto –sostienen- podría revitalizar nuevamente a la inflación, aunque diversos economistas afirman que ello inevitablemente guiará a Estados Unidos a una recesión.
En ese sentido, se espera que la FED reduzca el miércoles sus pronósticos de crecimiento económico y aumente los de desempleo.
La suba en las tasas ya se refleja en los intereses de los bonos del Tesoro: los rendimientos a dos años se acercan a superar la barrera del 4% por primera vez desde 2007 y ya aumentaron más de 3 puntos porcentuales en lo que va del año apuntando al mayor incremento anual desde 1994.
“Estamos viendo signos claros de que los bancos centrales están preparados para tolerar la recesión, si ese es el precio que tienen que pagar para poder traer bajo control a la inflación”, analizó Andrew Ticehurst, estratega de la banca Nomura.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) remarcó el lunes en un informe que los bancos centrales de economías emergentes y desarrolladas aceleraron su “ritmo de endurecimiento” para dar respuesta a las presiones inflacionarias.
En ese sentido, Estados Unidos no es el único país en realizar aumentos de tasas para calmar a los precios: el banco central sueco subió sus tasas en 100 puntos mientras que se espera que este jueves el Banco de Inglaterra aplique su mayor suba en 33 años con un incremento de 75 puntos.