Colón continúa doblemente inhibido en FIFA en el arranque de la semana

El comienzo de la semana trajo otro sacudón para Colón. La actualización publicada por la FIFA confirmó lo que en el ambiente se sospechaba: el club santafesino aparece con dos inhibiciones activas, una situación que genera preocupación puertas adentro y obliga a una rápida reacción de la dirigencia, más allá de las elecciones que se aproximan el 30 de noviembre.
El Rojinegro atraviesa un tiempo de reconstrucción institucional. Mientras intenta reordenar su economía y proyectar la próxima temporada, los viejos compromisos económicos vuelven a golpear la puerta. En este caso, dos reclamos formales ante FIFA —uno proveniente de River Plate de Uruguay y otro del futbolista paraguayo Alberto Espínola— mantienen al club bajo observación.
Un pase que se pagó, pero sigue generando ruido
El conflicto con River de Uruguay tiene ribetes insólitos. Colón ya habría completado los pagos acordados por el pase de José Neris, en cuotas de 100.000 dólares. Sin embargo, una demora administrativa en la notificación oficial ante FIFA hizo que el sistema registre la deuda como pendiente.
La situación fue revelada por el periodista de LT10 (AM 1020) Matías Lorefice (@matilorefice), quien explicó que la inhibición se mantiene por cuestiones burocráticas y no por falta de pago. Desde la sede de Avenida Juan José Paso aseguran que el inconveniente está en vías de resolución y que en los próximos días podría quedar levantada.
El reclamo de Espínola, un caso más complejo
Distinto es el panorama con Alberto Espínola, quien reclama la cancelación de una deuda salarial tras su salida del club. El lateral paraguayo no recibió los montos acordados en tiempo y forma, y el plazo de pago venció el 17 de octubre.
La dirigencia mantiene el contacto con su representante para evitar que el reclamo derive en sanciones deportivas más severas, aunque el caso ya fue elevado a la FIFA y figura como una de las dos inhibiciones activas del Sabalero.
Un espejo de los problemas estructurales
Más allá de los nombres propios, las inhibiciones reflejan un problema mayor: la fragilidad administrativa y financiera que arrastra Colón desde hace tiempo. El club ha logrado cumplir con varios compromisos, pero los procesos formales ante los organismos internacionales siguen siendo un dolor de cabeza.
Los dirigentes trabajan contrarreloj para regularizar la situación ante FIFA y evitar que estas trabas afecten el futuro inmediato, especialmente de cara al próximo mercado de pases.
El doble registro negativo es, en definitiva, una señal de alerta. Colón necesita resolver rápido lo que ocurre fuera del campo de juego, más allá de la expectativa e incertidumbre en torno a las próximas elecciones.
Fuente: Diez en Deportes



