Bitcoin y tecnológicas; ¿dos valores en confluencia?
Si existen unos activos financieros fuertemente entrelazados con la tecnología esas son las criptomonedas con bitcoin a la cabeza, no en vano sólo existen en el plano informático y no tienen una contraparte física, más allá de sus representaciones en forma de moneda que no tienen más valor que aquel que decidan darle los coleccionistas, y sin embargo el mercado de las criptomonedas ha llegado a valer en su conjunto bastante más de dos billones de dólares, aunque en estos momentos la capitalización total de todas las criptomonedas apenas supere el billón de dólares.
Esto se ha logrado por haber conseguido atraer el interés de suficientes inversores, a pesar del gran riesgo que han demostrado llevar aparejado, y a pesar de que, al menos por el momento, parece que la compraventa de criptomonedas como bitcoin tiene más que ver con la especulación que con su uso como medio de pago, aquello para lo cual nacieron, al menos en teoría, y su comportamiento parece estar entrando en confluencia con el de otros activos con los cuales parecen compartir algunas características como por ejemplo el crecimiento de su precio en momentos de expansión monetaria, y son las acciones de las tecnológicas como Amazon, Apple, Tesla o Microsoft, por poner unos pocos ejemplos.
Vacas gordas y vacas flacas para las tecnológicas y las criptomonedas
Como puede apreciarse en una comparativa realizada por Criptonoticias, el valor de bitcoin experimentó a finales de julio una mejora muy semejante a la experimentada por los índices del S&P500 y el Nasdaq 100, siendo este último el que recoge el valor de las cien compañías tecnológicas más valiosas de los Estados Unidos, lo que, con el permiso de los gigantes tecnológicos chinos y en menor medida europeos, viene a significar que en dicho índice se encuentran las tecnológicas más grandes del planeta, por lo cual la similitud entre el comportamiento de su cotización y la cotización de bitcoin puede resultar especialmente significativa, sobre todo para aquellos que inviertan en criptomonedas o acciones a través de mercados extrabursátiles como los que ofrece easyMarkets, las exchanges o los mercados de valores, ya que ésta aparente conexión entre ambas cotizaciones se convertiría en un factor más que debe ser analizado e incorporado a cualquier estrategia de inversión.
Una de las razones que han utilizado ciertos analistas para explicar el comportamiento del precio de bitcoin y de las acciones de las grandes empresas tecnológicas durante los últimos años ha sido la pandemia y la miríada de consecuencias que esta ha tenido a nivel mundial, ya sea por sus efectos directos como agente patógeno o por los efectos que las medidas para controlarla han provocado en la economía, la industria, el transporte e incluso en las relaciones internacionales, ya que el periodo post pandémico parece haber devuelto al tablero de juego el uso de la fuerza entre actores estatales como herramienta para resolver contenciosos, lo cual por supuesto también tiene un impacto considerable en la cotización de las criptomonedas y las tecnológicas.
Y es que la necesidad de utilizar durante los confinamientos los medios telemáticos para trabajar, relacionarse o entretenerse, además del uso intensivo de servicios de compra y envíos vía online incluso para compras básicas, ayudó a impulsar el valor de compañías como Amazon o Apple -las cuales alcanzaron una cotización histórica-, pero no explica en absoluto el gran crecimiento que experimentaron las criptomonedas, que en su conjunto multiplicaron su precio desde el cuarto de billón de dólares hasta los dos billones largos, impulso en el que parece que más que la pandemia propiamente dicha tuvo mucho que ver el incremento de la masa total de divisas fiat fuertes como el euro o el dólar, incremento monetario que también impulsó el valor de las acciones del Nasdaq 100, atrayendo una capitalización que en gran medida pareció huir de las criptomonedas y las tecnológicas en los últimos meses, según los indicadores económicos iban empeorando anunciando una gran crisis inminente y los inversores preferían tener un nivel de liquidez disponible más elevado en vez de una exposición alta a unos activos que han demostrado ser muy volátiles, especialmente en el caso de las criptomonedas como bitcoin, la cual lleva varias semanas moviéndose en el entorno de los 20.000 dólares.